Correr hacia el mar, romper contra las olas, sentir el agua engullendo tu cuerpo, las piernas todavía palpitando, salir a respirar, escuchar la lluvia sobre la arena, el silencio seguido de truenos, la libertad te inunda con un dulce hormigueo, ocupas mucho más que un simple cuerpo mortal, eres aire, eres mar, eres libre…